Una + Una = Otra

Es una obra teatral en la que la introducción de ésta es de darnos información sobre las distintas danzas y su evolución a lo largo de la historia. La interpretación de los actores, mediante la danza, era demostrar los diferentes estilos de cada individuo y de las etapas de sus vidas que giran en torno a la danza. La iluminación y el sonido iban acorde a la situación interpretada. Unas veces eran tenebrosas, otras veces te transmitían nerviosismo, otras tranquilidad... Es una historia, en parte, relacionada con los distintos estilos de la danza. Interpretan situaciones de su infancia y cómo se mostraban ante los demás, cómo se sentían cuando se miraban al espejo, alegría por encontrarse de nuevo, tristeza, emoción, ganas de enseñar lo aprendido...

En esta obra no hay ningún narrador que vaya contando la historia, son los propios personajes son los que te la iban contando a través de la danza, gestos y mímica, aunque a veces, pocas, hablaban.

Los personajes mostraban sus sentimientos mediante la danza, imitaban el estilo de cada personaje, pero cada uno con su estilo. Expresaban amor por los demás, manifestaron estrés de una forma que los hacía enloquecer, también expresaron miedo, soledad...

Los vestuarios eran deportivos, comunes, no nos trasmitían nada, eran sencillos. Llamó mucho la atención la escena en la que salían con una sábana e imitaron a fantasmas mediante los sonidos de los instrumentos, que acompañaban la escena.

La obra me pareció difícil de entender ya que en ocasiones no era capaz de entender el mensaje que trasmitían.

Creo que el título tiene que ver con que todos los estilos diferentes de danza tienen algo en común. Una + Una = Otra.