El pasado viernes, dos actores, en la Nave del Duende, nos mostraron, a través de la obra, su encuentro después de mucho tiempo.
Ambos llevaban dos copitas de más e hicieron muchas tonterías.
Al principio, los sonidos eran bofetadas (tanto antiguas como modernas).
El decorado era muy simple, no había presencia de objetos en ninguna parte del escenario.
Los efectos de luz y sonido eran hechos por el ordenador.
Hablaban muy poco, pero cuando lo hicieron, todos vimos que eran voces de películas como las de Loquendo o Eddie Murphy.
Su vestuario era dinámico. Al principio, ambos, vestían vaqueros, zapatos y camisa blanca. Más tarde, al compás de la música, los actores se fueron quitando esa vestimenta para mostrar el pijama que llevaban debajo. Ese pijama les permitió moverse con más soltura y con más movimiento por el escenario.
La obra, personalmente, me resultó muy buena, sobre todo por parte de la improvisación.
Ambos llevaban dos copitas de más e hicieron muchas tonterías.
Al principio, los sonidos eran bofetadas (tanto antiguas como modernas).
El decorado era muy simple, no había presencia de objetos en ninguna parte del escenario.
Los efectos de luz y sonido eran hechos por el ordenador.
Hablaban muy poco, pero cuando lo hicieron, todos vimos que eran voces de películas como las de Loquendo o Eddie Murphy.
Su vestuario era dinámico. Al principio, ambos, vestían vaqueros, zapatos y camisa blanca. Más tarde, al compás de la música, los actores se fueron quitando esa vestimenta para mostrar el pijama que llevaban debajo. Ese pijama les permitió moverse con más soltura y con más movimiento por el escenario.
La obra, personalmente, me resultó muy buena, sobre todo por parte de la improvisación.
El texto centrado queda un poquito raro. Mejora la presentación en párrafos.
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